¿Anestesia o analgesia? Aprende la diferencia sin liarte
Una de las dudas más comunes, tanto entre estudiantes como en pacientes, es esta: ¿Es lo mismo anestesia que analgesia?
Aunque ambas están relacionadas con el dolor, no actúan igual ni se usan para lo mismo. Vamos a explicártelo fácil, con ejemplos claros, para que no vuelvas a confundirlas.
Anestesia: Cuando el cuerpo “se apaga” para no sentir nada
La anestesia es un procedimiento que bloquea completamente las sensaciones en una parte o en todo el cuerpo.
Dependiendo del tipo, puede incluso provocar la pérdida de conciencia total.
Se utiliza principalmente en cirugías o procedimientos invasivos donde sería imposible intervenir sin desconectar al cuerpo (y a veces a la mente) del dolor.
Tipos de anestesia:
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Local: solo afecta una zona pequeña del cuerpo (por ejemplo, anestesia para suturar una herida).
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Regional: bloquea una región completa, como la epidural en el parto.
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General: provoca pérdida total de conciencia, utilizada en cirugías mayores.
Analgesia: cuando el dolor baja, pero tú sigues “presente”.
La analgesia consiste en aliviar o reducir el dolor, sin afectar otras funciones sensoriales ni provocar pérdida de conciencia.
Se usa en muchísimos contextos: desde un dolor menstrual hasta el postoperatorio, pasando por dolores crónicos, musculares o de origen inflamatorio.
Ejemplos de analgesia:
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Paracetamol para la fiebre o el dolor muscular
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Ibuprofeno para un dolor de muelas
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Morfina en cuidados paliativos o postoperatorios
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Óxido nitroso durante el parto (conservando conciencia)
Ambas son herramientas fundamentales para cuidar, aliviar y proteger.
Y como enfermeras, saber cuándo se usan y cómo actúan nos ayuda a informar mejor, actuar con seguridad y empatía.