Consejos reales para sobrevivir (y brillar) en tus primeros turnos
Sabemos lo que sientes, compi. Ese momento en que por fin te pones tus zuecos apurados, cruzas la puerta de un hospital y te lanzas al mundo real de la enfermería. Te ilusiona, sí… pero también te aterra un poco.
Las prácticas son ese lugar donde la teoría cobra vida y tú empiezas a convertirte en la enfermera que siempre has soñado ser. Pero nadie nace sabido. ¡Y por eso te hemos preparado esta guía basada en experiencia real para acompañarte en este primer gran paso!
1. Pregunta, pregunta, pregunta...
No tengas miedo de parecer pesada o insegura. Si algo no lo sabes, pregunta.
Es la mejor forma de aprender, evitar errores y mostrar tu interés. Nadie espera que lo sepas todo el primer día (ni el segundo, ni el tercero…). La curiosidad es tu mejor aliada.
2. La teoría es la base… pero aquí empieza lo bueno
Todo lo que has estudiado hasta ahora es importante, pero las prácticas son donde se aprende a ser enfermera de verdad. Aquí descubrirás que el cuerpo humano no siempre sigue los apuntes y que el trato humano es tan importante como una vía bien puesta.
3. Sentirte torpe es parte del proceso
Todas hemos tenido ese primer día en el que no sabíamos ni cómo colocarnos el esteto.
Los errores (pequeños) y la torpeza inicial son normales. Lo importante es no rendirse y estar dispuesta a mejorar cada día.
4. El miedo también tiene su función
¿Tienes miedo? Perfecto.
Significa que te importa. Que estás saliendo de tu zona de confort. Y que vas a crecer. Recuerda, el miedo es normal. Solo nos indica que estamos viviendo algo totalmente nuevo.
5. Snacks: tus mejores aliados
Las guardias pueden ser largas y a veces no hay tiempo para una comida en condiciones.
Lleva snacks fáciles de comer, algo de fruta, frutos secos o una barrita energética. Tu cuerpo (y tu humor) te lo agradecerán.
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6. ¿Te impresiona algo? Respira. Pasa. Continúa.
Es normal que algo te dé impresión al principio: sangre, heridas, olores.
Respira profundo y repítete:
“Esto es temporal, yo puedo con esto.”
Y lo harás. Mucho antes de lo que crees.
7. Haz tuya tu identificación y personalízala como más te guste
Un llavero, una pegatina pequeña, un pin, una chapa... algo que te represente.
Personalizar tu identificación te ayudará a conectar contigo misma y también rompe el hielo con pacientes o compañeros.
¡También tienes muchos modelos apurados donde elegir para arrasar en los pasillos del hospi!
8. Tu playlist pre-turno: Chute de energía asegurada
Hazte una playlist con canciones que te animen, te relajen o te empoderen.
Ese trayecto hacia el hospital puede convertirse en un ritual para entrar con buen pie.
9. Romper el hielo con los pacientes puede hacer magia
A veces, un simple “¿y qué tal va el día?” puede cambiar el tono de todo un turno.
No subestimes el poder de una sonrisa y una conversación pequeña. Cuidar también es escuchar.
10. Si dudas, no improvises. Pregunta (sí, otra vez)
Sí, lo repetimos porque es clave. Es mejor preguntar diez veces que arriesgarte a hacer algo mal.
La seguridad del paciente va primero.
11. Lleva una libreta de bolsillo
Te vas a encontrar con mil cosas que no sabías. ¡Apúntalas! Esa libreta será tu tesoro personal durante las prácticas: desde técnicas hasta tips que te den tus compañeras.
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12. Respeto: la base de todo
Desde el paciente hasta el personal de limpieza. En un hospital, todos somos equipo. Y una enfermera se define tanto por su técnica como por su humanidad.
13. Haz tu propio vademécum
Apunta los nombres de los medicamentos que vayas viendo, sus dosis, frecuencia, indicaciones y contraindicaciones. (Te aconsejamos hacerte con nuestro cuadernillo de medicación haciendo click aquí) Si tienes iPhone, también puedes descargarte nuestra App Apumecum aquí.
No hace falta saberlo todo de memoria, pero sí entender lo que administras y por qué.
PERO sobre todo… recuerda que estás aprendiendo, compi.
Vas a tener días duros. Otros en los que salgas sonriendo de oreja a oreja. Pero en todos ellos, estás creciendo.