La forma en la que entendemos la salud no ha sido siempre la misma. A lo largo de los siglos, el concepto ha cambiado radicalmente, influido por factores culturales, religiosos, científicos y sociales. Hoy hacemos un pequeño recorrido histórico para entender de dónde venimos y hacia dónde vamos en el camino de cuidar y sanar.
Los orígenes: Fuerzas sobrenaturales
En civilizaciones antiguas como Egipto y Mesopotamia, la salud y la enfermedad se interpretaban como expresiones de fuerzas sobrenaturales. La enfermedad era vista como un castigo de los dioses o el resultado de espíritus malignos.
Los tratamientos combinaban rituales, plegarias y remedios empíricos, y los sanadores ocupaban un lugar sagrado: eran los intermediarios entre lo humano y lo divino.
Roma: La salud como bien colectivo
La antigua Roma heredó el pensamiento hipocrático, pero lo tradujo en acciones muy concretas. Crearon acueductos, redes de saneamiento, baños públicos e incluso hospitales militares. Aquí surge una idea clave: la salud no es solo algo personal, también es responsabilidad del Estado.
EDAD MEDIA: Fé, castigo y monasterios
Con el dominio del cristianismo, la enfermedad empezó a entenderse como castigo divino o como una prueba de fé. Los monasterios jugaron un papel esencial: Preservaron el conocimiento médico clásico y ofrecían cuidados que combinaban oración, recogimiento y medicina rudimentaria.
Las enfermeras religiosas fueron las primeras en cuidar desde el corazón y el conocimiento.
RENACIMIENTO: Ciencia y anatomía resurgen
Con el Renacimiento y la Revolución Científica, se rompe con siglos de oscuridad. Renace entonces el interés por el cuerpo humano, que empieza a verse como una máquina compleja y fascinante. Los estudios anatómicos avanzan y se empiezan a sentar las bases de la medicina moderna tal y como la conocemos hoy.
SIGLO XIX: El auge del modelo biomédico
Las investigaciones de Pasteur, Koch y otros científicos marcan un antes y un después. Descubren los microorganismos causantes de muchas enfermedades y se impone el enfoque biomédico: identificar la causa concreta y tratarla directamente. La salud queda definida como la ausencia de enfermedad. Pero, como veremos, esto era solo el principio.
SIGLO XX: La salud según la OMS.
En 1948, la Organización Mundial de la Salud redefine el término y da un paso gigante:
“La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades.”
Este cambio abre las puertas a una visión más integral del ser humano. El contexto, la mente y el entorno empiezan a tener el valor que merecen.
SIGLO XXI. Modelo biopsicosocial
Hoy sabemos que la salud es mucho más que un diagnóstico. Factores como el nivel educativo, las condiciones de vivienda, el trabajo, el entorno o el acceso al sistema sanitario son determinantes clave.
La prevención, el autocuidado y la calidad de vida se convierten en prioridades.
Y la mirada se vuelve más humana, más empática, más centrada en la persona.
HOY. Una visión global e integral
Vivimos en un momento donde la salud se entiende como una mezcla de ciencia, bienestar, contexto social y equilibrio emocional.
La tecnología avanza, sí, pero también lo hacen la conciencia y la responsabilidad individual y colectiva.
Buscamos una medicina más cercana, más sensible, más conectada con quienes cuidan y con quienes son cuidados.
¿Y las enfermeras y TCAE? Siempre ahí.
A lo largo de toda esta historia, las enfermeras y TCAE hemos estado en primera línea.
Desde los rituales antiguos hasta la monitorización avanzada de hoy, hemos acompañado a las personas, adaptándonos a cada época, aprendiendo, guiando, enseñando, cuidando.
Y seguimos haciéndolo.
“Enfermeras y TCAE hemos estado —y seguimos— en el centro de este viaje, adaptándonos, aprendiendo y guiando a las personas hacia una salud más humana, integral y consciente.”
Recuerda: