¿Cómo puede un fallo en el nodo sinusal alterar el ECG?
¿Si el nodo auriculoventricular no retrasa correctamente, ¿qué problema podría surgir?
¿Qué consecuencias tendría un fallo en las fibras de Purkinje en la contracción ventricular?
¿Qué problemas cardíacos podrían resultar de una vía de conducción anómala que ignora el nodo auriculoventricular?
Si sabes contestar fácilmente, enhorabuena, eres súper pro.
Si no es así quédate que entre todas podemos entenderlo mejor.
El corazón tiene cuatro cavidades: Las aurículas y los ventrículos, separadas por una pared muscular denominada tabique.
De esta manera, vamos a resumir cómo se transmite el impulso cardíaco en condiciones normales.
El ciclo cardíaco está reculado por dos procesos eléctricos: Despolarización y repolarización
-En la despolarización o sístole, el miocardio se contrae.
-En la repolarización o diástole, el miocardio se relaja.
Todo comienza en el nodo sinusal, ubicado en la aurícula derecha,
que genera impulsos eléctricos a una frecuencia de 60 a 100 latidos por minuto.
Esto ocurre gracias a reacciones electroquímicas que permiten al nodo sinusal autoexcitarse cuando los iones alcanzan un determinado umbral de carga eléctrica. Este mecanismo desencadena los impulsos que se propagan a través del sistema de conducción cardíaca.
El impulso viaja por las vías internodales, que son tres haces de fibras nerviosas que conducen el impulso desde el nodo sinusal hasta el nodo auriculoventricular, rovocando la contracción de las aurículas.
El nodo auriculoventricular (AV) es como un guardián del ritmo cardíaco. Ralentiza el impulso eléctrico un momento, permitiendo que las aurículas vacíen bien su sangre en los ventrículos antes de que estos se contraiga, este pequeño retraso ayuda a evitar sobrecargas en situaciones de alta actividad eléctrica. Si este proceso se altera y el impulso toma un atajo, el corazón puede latir de forma anormal (preexcitación).
Después del nodo AV, el impulso sigue por el Haz de His, que se divide en dos ramas: La rama derecha y la rama izquierda.
Finalmente, las pequeñas ramificaciones llamadas fibras de Purkinje distribuyen el impulso eléctrico por todo el ventrículo, facilitando su contracción.
El electrodiagrama es la representación gráfica de dicha actividad eléctrica del corazón. Al utilizar un electrocardiógrafo, podemos visualizar esta actividad eléctrica mediante el uso de electrodos colocados en la piel.