Desfibrilación paciente pediátrico

Desfibrilación paciente pediátrico

Desfibrilación paciente pediátrico

Guía práctica y visual para actuar con profesionalidad en uno de los escenarios más exigentes

La pediatría impone respeto. Todas lo sabemos.


Es una de esas especialidades que nos hacen respirar hondo antes de entrar, porque cada gesto, cada decisión, cuenta el doble.

Y cuando se trata de una parada cardiorrespiratoria (PCR) en un niño, el margen de error es mínimo.

Por eso, aunque no queramos vernos en esa situación… si ocurre, tenemos que estar listas.

Aquí va una guía clara con recordatorios clave para tener siempre a mano.

 

¿Cuándo hablamos de PCR en pediatría?

Si no hay signos de vida, no hay pulso central o la frecuencia del pulso es inferior a 60 latidos/minuto (lactante o niño) y se acompaña de ausencia de respiración e inconsciencia, iniciar 5 ventilaciones de rescate seguidas de 15:2.

¿Y si el ritmo es desfibrilable?

Aunque poco frecuente (solo ocurre en el 7–15% de los paros pediátricos), la fibrilación ventricular o la taquicardia ventricular sin pulso en niños requiere desfibrilación inmediata.


Qué hacer paso a paso:

  1. Respira. No entres en pánico.

  2. Utiliza un DEA (Desfibrilador Externo Automático) o monitor desfibrilador si estás en un hospital.

  3. Primera descarga: 2 a 4 J/kg

  4. La desfibrilación temprana aumenta la supervivencia y mejora el pronóstico neurológico.

  5. Si el DEA no tiene opción de descargas pediátricas, usa un atenuador.

Si tienes un monitor:

  1. El ritmo debe valorarlo un profesional cualificado.

  2. Primera descarga: 2 J/kg

  3. Segunda: 4 J/kg

  4. Puedes aumentar hasta 10 J/kg o usar la dosis de adulto en casos refractarios.

Recordatorios de diluciones pediátricas

Adrenalina

  1. Diluir 1 ampolla (1mg/1ml) en 9 ml de suero fisiológico.

  2. De esta dilución (1:10), administrar 0.1 ml/kg.

    Ejemplo: niño de 3 kg → 0.3 ml con jeringa de 1 ml.

Amiodarona

    1. Aunque no aparece en guías que sea necesario diluirla, nosotras recomendamos hacerlo si hay tiempo.

    2. Diluir 1 ampolla de 150 mg/3 ml en 17 ml de glucosa al 5% para un total de 20 ml.

    3. Quedaría una concentración de 7,5 mg/ml.

 

 

En resumen…

No queremos vernos en una PCR pediátrica.

Pero si pasa, vamos a enfrentarlo con profesionalidad, preparación y templanza.

Cada segundo cuenta. Cada gesto suma.

Y saber qué hacer puede cambiarlo todo.

Logo de enfermera en apuros, Tienda de artículos para enfermería y salud

TE PODRÍA INTERESAR